Reimaginando el enfoque en la Experiencia del Empleado

Los empleados han comenzado a mirar más allá de las ofertas materiales y a evaluar cómo se sienten acerca de la empresa para la que trabajan. 

A las empresas las hacen las personas que están detrás. El principal objetivo de la experiencia del empleado (EX) es optimizar cada interacción y momento del viaje del trabajador en la empresa, desde la primera entrevista laboral hasta su salida. Cómo las empresas hacen sentir a su personal se ha vuelto tan importante como la experiencia del cliente (CX). 

Los resultados principales de contar con una estrategia que alimente el EX son una notable reducción en los abandonos a puestos laborales, una mayor productividad y un mejor clima laboral. Todos ellos convergen en beneficios óptimos para la empresa. Los empleados esperan experiencias atractivas, similares a las de un consumidor. 

Al igual que el CX, la experiencia del trabajador cambia constantemente, a medida que aparecen nuevos paradigmas. ¿Te has preguntado cómo piensan los jóvenes acerca de su trabajo? La nueva generación Z ya está en el mercado laboral y es exigente en términos de su experiencia. La tasa de abandono del puesto laboral es mucho mayor que antes y las personas se sienten más valiosas.

Pero más allá de las complejidades propias de cada generación, hay otros factores que modifican el EX, desde las decisiones internas de la compañía hasta sucesos externos que puedan ocurrir en el país donde operan o en el resto del mundo. Aquellas empresas que logren responder a estos nuevos paradigmas, lograrán contar con una planta de trabajadores más feliz, productiva y conforme, lo que se traduce en mejores resultados empresariales. 

Las nuevas tendencias para abordar mejor el EX podrían definirse como estrategias de retención de empleados. Si las personas que trabajan en una compañía se sienten parte, creen que su voz es escuchada y son valoradas, generarán mejor calidad de resultados y se quedarán más tiempo en su lugar de trabajo. Hagamos un breve repaso de los nuevos enfoques para mejorar el EX:

#1: Conectar con la vida de los empleados fuera del trabajo

Estamos virando hacia modelos horizontales de trabajo, donde las personas de diferentes escalafones pueden interactuar y compartir experiencias en un clima cálido y casual. Hay dos formas de lograr este vínculo out of office: la primera -y la más sencilla- es simplemente preguntarles cómo se encuentran, felicitarlos si comparten algún logro personal y estar presentes en momentos importantes, como casamientos o cumpleaños. 

La segunda es brindar a los empleados experiencias fuera de la oficina. Permiten crear cercanía y fortalecer los vínculos personales entre empleados y con sus superiores. Un after office y un family day son ejemplos clásicos y concretos, pero siempre se puede innovar con las propuestas. 

#2: Garantizar la autonomía laboral

La pandemia de Covid 19 ha cambiado la forma en que trabajamos. La oficina en casa replanteó el paradigma laboral, otorgando a los trabajadores más libertad en cuanto a los tiempos que dedican a sus tareas y en qué momentos lo hacen.

Notamos que estando en casa, las personas están más relajadas y conformes pero no dejan de ser productivas. De hecho, ser más flexibles y brindar autonomía aumenta la productividad, reduce el estrés laboral y fortalece el compromiso de los trabajadores con la compañía. 

#3: Fomentar el crecimiento personal

Sentirse valorados y útiles hace que los colaboradores de nuestra empresa tengan un mejor EX. El objetivo es ayudarlos a desarrollar al máximo su potencial. Una de las principales formas de otorgarles esta sensación es a través del crecimiento personal. 

Podemos fomentarlo brindando capacitaciones, implementando espacios de recreación e integración y otorgando un buen clima laboral, donde se sientan cómodos para expresar sus inquietudes e ideas. No olvidemos que los empleados viven el día a día de la compañía y seguramente tengan una perspectiva diferente y novedosa de cómo funciona.

#4: Inculcar un propósito compartido

Queremos que nuestros empleados se pongan la camiseta del negocio. Para eso, debemos ayudarlos. Sentirnos parte de la empresa para la que trabajamos es otro de los aspectos fundamentales del EX. El propósito compartido combina la misión -el por qué- de la compañía y el nivel de involucramiento de los empleados. 

Las reuniones colectivas, donde se puedan informar los desafíos que la empresa tiene por delante e intercambiar ideas, suelen tener resultados muy positivos. El foco está en hacer sentir a los empleados que ellos también construyen la compañía con su trabajo y dedicación.

#5: Fortalecer la voz del empleado

Para elevar la satisfacción de nuestros empleados es importante hablar de retroalimentación. A través de sistemas de participación empresarial, podemos preguntarle exactamente a nuestro personal cómo se sienten, qué aspectos les gustaría mejorar y qué ideas pueden aportar a la compañía. 

Si las respuestas que nos otorgan no se ven luego reflejadas en la práctica, el efecto será a la inversa. Si vamos a abrir la puerta del debate y solicitar la opinión de los empleados, debemos escucharlos y demostrarles que lo hacemos.

¿Cómo podemos medir la experiencia de nuestros empleados?

Cuando eres responsable de brindar a un EX satisfactorio, la fuente primordial de información y feedback son los datos. Recolectar datos concretos, a través de formularios sencillos, y datos más indirectos, mediante conversaciones casuales y reuniones, es la base para articular las medidas a tomar.

En línea con la recolección, se encuentra el análisis de esa información. Procesar los datos y entender cuáles son las acciones que debemos poner a funcionar puede ser un trabajo difícil. Para eso utilizamos Inteligencia Artificial. Este conjunto de tecnologías nos permite obtener respuestas en tiempo real y estar siempre un paso adelante.