Independientemente de si una empresa es conocida como líder del mercado -o está trabajando para llegar a esa posición-, son las empresas que creen en la importancia de mejorar la experiencia del cliente las que encuentran valor en lo que hacemos.
Los clientes satisfechos impulsan el crecimiento. Realizan transacciones más a menudo, gastan más y le promocionan. Los clientes descontentos desertan lo antes posible y, lo que es peor, hablan mal de usted y le quitan negocio. Para saber cómo le irá mañana, debe conocer la opinión actual de sus clientes.
La gestión de la experiencia del cliente (CEM) es un concepto que describe cómo una empresa toma el control de cómo interactúa con sus clientes. Normalmente, cada grupo de una organización construye las interacciones con el cliente desde su propia perspectiva, la de los distintos silos. La gestión de la experiencia del cliente consiste en ver y mejorar las interacciones entre la empresa y el cliente desde la perspectiva de éste, y a lo largo de todo el trayecto que recorre con la empresa.
¿Por qué? Bueno, el objetivo final es doble: fidelizar a los clientes y conseguir un boca a boca positivo; y reducir la fuga de clientes y los detractores que hablan mal de su empresa. En otras palabras: mejores resultados empresariales.
Centros de llamadas. Puntos de venta. En Internet. Todos ellos son canales cruciales para su empresa y, si es como la mayoría de las organizaciones, probablemente tenga equipos dedicados a gestionarlos. Y aunque sus clientes puedan tener un canal preferido con el que interactuar, no se preocupan por los diferentes equipos y las diferentes políticas que se aplican en cada uno de ellos. No les interesan las razones por las que ha estructurado las cosas como lo ha hecho.
Sólo te ven a ti. Su organización. Sus productos y servicios.
Si su organización está dividida en silos por grupos funcionales, a menudo sus clientes tendrán que recordar que están tratando con la misma empresa. A medida que avanzan en su recorrido, no son tratados como el mismo cliente.
Y en los casos en los que se recogen comentarios de los clientes, la tendencia natural es que los silos se centren en su rendimiento, y no necesariamente en la experiencia global que ha ofrecido la organización. No está claro quién debe recopilar información sobre problemas que afectan a todos los canales, y mucho menos quién debe actuar en consecuencia.
Aislar la gestión de la experiencia del cliente también perjudica el crecimiento y la mejora de la organización. Cuando los éxitos y los fracasos no se comparten en toda la empresa, la historia tiende a repetirse. Los mismos tipos de clientes tendrán los mismos tipos de experiencias y seguirán teniendo las mismas reacciones negativas.
Un enfoque de sistema de gestión de la experiencia del cliente único y unificado ofrece a su empresa la capacidad de comprender y mejorar la experiencia del cliente a lo largo de todo el recorrido del cliente, creando la coherencia que sus clientes ansían de cualquier empresa.
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Explore los seis principios que necesita para disponer de un sistema de gestión de la experiencia del cliente (CEM) que funcione a pleno rendimiento.
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Una visión general del método probado de Medalliapara ayudar a las empresas a anticiparse a las necesidades de los clientes y adaptar su organización para satisfacerlas.